Saltar al contenido

Yoga para mamás, bebés y niños como camino para encontrar el equilibrio físico y mental

Si la práctica del yoga es beneficiosa para cualquier persona que busque liberar tensiones y lograr una buena conexión entre su cuerpo y su mente, en el caso de las mamás y sus bebés sus ventajas son aún más evidentes.

El postparto es un momento de grandes cambios en la vida de cualquier mujer. Las alteraciones hormonales, atender las necesidades de un ser indefenso que depende de nosotras, los cambios físicos posteriores al parto, tener a nuestro bebé en brazos gran parte del tiempo y dormir pocas horas pueden afectarnos de manera negativa.

 

CÓMO AYUDAN LAS CLASES DE YOGA PARA MAMÁS Y BEBÉS

En las clases de yoga las madres practican asanas o posturas de yoga adaptadas a las necesidades de esta nueva etapa de la vida en compañía de sus bebés y sirven para aliviar los dolores de espalda, consecuencia de tener al bebé en brazos, ayudan a recuperar el equilibrio, la simetría corporal y a tonificar el abdomen para recuperar la forma física.

La diferencia fundamental de las clases de yoga para mamás y bebés radica en que su objetivo es que los bebés permanezcan junto a sus madres, manteniendo el contacto visual y entreteniéndose con algún juguete. En estas sesiones los bebés más mayorcitos pueden imitar las posturas que practica su mamá. Otro de los principales objetivos es que las mamás se sientan libres en todo momento para atender a sus bebés.

Está conexión entre mamá y bebé, así como la libertad de atenderlos durante la clase, es la mejor forma de que ambos se sientan relajados, lo que ayuda a las madres a alcanzar el equilibrio entre cuerpo y mente.

 

CLASES DE YOGA PARA NIÑOS

Las clases de yoga para niños son una forma lúdica para que los niños se diviertan al tiempo que se relajan. En nuestras clases infantiles de yoga llevamos a cabo talleres, juegos y actividades como cuenta-cuentos o canciones.

Como parte de estas actividades se suelen introducir una serie de asanas (posturas de Yoga), pranayama (ejercicios de respiración), meditación y relajación. Las posturas están siempre adaptadas a la edad de cada niño y se relacionan principalmente con la naturaleza y los animales.

Éstas son algunas de las asanas o posturas que se suelen trabajar en las clases de yoga para:

  • Vrksasana o postura del árbol: Además de ser divertida para ellos, les ayuda a mejorar el equilibrio.
  • Adho mukha svanasana o perro boca abajo: Es muy fácil incluso para los más pequeños. Colocarse como una V invertida es beneficioso para su organismo y les ayuda a cambiar de perspectiva.
  • Virabhadrasana II o Guerrero II: Buscar la paz, saber lo que se quiere y concentrarse en lo que se hace son las características de un “guerrero bueno”.

El objetivo es que los niños disfruten de cuerpo, mente y espíritu conectando con sus emociones y sus sentidos y liberándose de sus miedos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *