¿Cansado de sentirse cansado? Te entendemos. Por eso aquí hemos reunido nueve formas saludables para ayudar a aumentar tu energía.
Come para obtener energía
Comer alimentos con un índice glucémico bajo -cuyos azúcares se absorben lentamente- puede ayudarte a evitar el desfase de energía que suele producirse después de comer azúcares de absorción rápida o almidones refinados. Como detalla la Fundación para la Diabetes en su artículo sobre el índice glucémico de los alimentos, entre los alimentos con valores bajos encontramos los cereales integrales, las verduras y legumbres, los frutos secos o los lácteos. Por contra, los alimentos ricos en carbohidratos como el pan blanco, los cereales procesados o el arroz blanco tienen los índices glucémicos más altos.
Los complementos alimenticios contienen vitaminas y minerales como las vitaminas B2, B5, B6, B12, C, el magnesio y el hierro que ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga.
Controla el estrés
Las emociones inducidas por el estrés consumen grandes cantidades de energía. Hablar con un amigo o familiar, unirse a un grupo de apoyo o acudir a un psicoterapeuta puede ayudar a disipar el estrés. Las terapias de relajación como la meditación, la autohipnosis, el yoga y el tai chi también son herramientas eficaces para reducir el estrés.
Aligera tu carga
Una de las principales razones de la fatiga es el exceso de trabajo. Intenta racionalizar tu lista de actividades “imprescindibles”. Establece tus prioridades en cuanto a las tareas más importantes y reduce las que son menos importantes. Considera la posibilidad de pedir ayuda extra en el trabajo, si es necesario.
Haz ejercicio
El ejercicio casi garantiza un sueño más profundo. Además, proporciona a tus células más energía para quemar y hace circular el oxígeno. El ejercicio puede hacer que aumenten los niveles de dopamina en el cerebro, lo que ayuda a elevar el estado de ánimo. Cuando camines, acelera el ritmo periódicamente para obtener beneficios adicionales para tu salud.
Evita fumar
¿Sabes que fumar es una amenaza para tu salud? El tabaco es un estimulante, como recuerda el Ministerio de Sanidad en el Plan Nacional Sobre Drogas, lo que acelera el ritmo cardíaco y también aumenta la presión arterial. Esto hace más difícil conciliar el sueño.
Y una vez que te quedas dormido, su poder adictivo puede actuar y despertarte con antojos.
Restringir el sueño
Si crees que te falta sueño, intenta dormir menos. Este consejo puede sonar extraño, pero determinar la cantidad de sueño que realmente necesitas puede reducir el tiempo que pasas en la cama sin dormir. Este proceso hace que sea más fácil conciliar el sueño y promueve un sueño más reparador a largo plazo. He aquí cómo hacerlo:
- Evita las siestas durante el día.
- La primera noche, acuéstate más tarde de lo normal y duerme sólo cuatro horas.
- Si crees que has dormido bien durante ese periodo de cuatro horas, añade otros 15-30 minutos de sueño la noche siguiente.
- Mientras duermas a pierna suelta todo el tiempo que estés en la cama, sigue añadiendo poco a poco horas de sueño en las noches sucesivas.
Utiliza la cafeína a tu favor
La cafeína ayuda a aumentar el estado de alerta, por lo que tomar una taza de café puede ayudar a agudizar la mente. Pero para conseguir los efectos energéticos de la cafeína, hay que usarla con criterio, ya que nos puede crear problemas para conciliar el sueño, especialmente cuando se consume en grandes cantidades o después de las 2 de la tarde.
Limitar el alcohol
Una de las mejores medidas de protección contra el bajón de media tarde es evitar el consumo de alcohol durante la comida. El efecto sedante del alcohol es especialmente fuerte a mediodía. Del mismo modo, evita un cóctel a las cinco de la tarde si quieres tener energía por la noche. Si vas a beber, hazlo con moderación y en un momento en el que no te importe que tu energía baje.
Bebe agua
¿Cuál es el único nutriente que ha demostrado mejorar el rendimiento en todas las actividades de resistencia, excepto en las más exigentes? No es ninguna bebida deportiva cara. Es el agua. Si a tu cuerpo le faltan líquidos, uno de los primeros signos es la sensación de fatiga.
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