El Yoga Nidra tiene su significado en la palabra sánscrita ‘nidra’ = sueño; literalmente significa el Yoga del Sueño Consciente, aunque en realidad estaría más acertado decir: ‘Yoga del despertar’. Se trata de permanecer en la frontera entre el sueño y el estado de vigilia, teniendo un acceso simultáneo al mundo interior y al exterior.
Merece la pena pararnos un momento en el origen del Yoga Nidra, concretamente, en su creador: Swami Satyananda Saraswati (1923-2009). Discípulo directo de Swami Sivananda, fue un investigador nato que buscó información sobre yoga, desde los antiguos textos tántricos, hasta las opiniones de los científicos occidentales, para ofrecerla al mundo con una base creíble y posible de ser practicada por todos. En su juventud, cuando vivía en el ashram de su maestro en Rishikesh, descubrió a través de una vivencia personal que durante el sueño permanece un resto de conciencia y que existe otra vía de aprendizaje que no es a través de la mente despierta y los sentidos.
La mejor manera de acercarnos al Yoga Nidra es liberando las tensiones a través de una profunda relajación física, mental y emocional, mejorando nuestro esquema corporal, capacidad de concentración, memoria y creatividad.
La finalidad última de la práctica de Yoga Nidra es profundizar en la mente subconsciente, liberando y relajando las tensiones mentales, generando una armonía en todas las facetas de nuestro ser.
Entre sus enormes BENEFICIOS, destacamos estos 10:
1-. Elimina tensiones acumuladas (musculares, emocionales y mentales), aumentando así la resistencia al estrés.
2-. Puede curar la depresión y desequilibrios nerviosos.
3-. De gran ayuda en cuadros agudos de insomnio, trastornos psicológicos y enfermedades psicosomáticas. Calma ansiedad y todas las perturbaciones del sueño.
4-. Favorece la prevención de las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión.
5-. Ayuda a superar adicciones como: el tabaco, alcohol, etc.
6-. Sirve de entrenamiento para la mente y ayuda a mejorar la memoria y aumentar la capacidad de aprendizaje.
7-. El sueño yogi también favorece un aumento en los niveles de energía.
8-. Resuelve desequilibrios endocrinos y garantiza el óptimo funcionamiento del sistema endocrino.
9-. Desintoxica el cuerpo y también la mente. Ayuda a liberar el «material reprimido» del subconsciente.
10-. Mejora la creatividad, la propiocepción del cuerpo y afina los sentidos.
Parece que no todo lo que creemos percibir directamente en el estado de vigilia sea la única vía de llegar al autoconocimiento vital de cada uno, dejemos una vía abierta entre esos dos mundos, vigilia y sueño, para que pueda forjarse el cultivo de nuestro verdadero ser.