El yoga trabaja sobre el ser humano tanto física como psicológicamente y gracias a éste puedes disfrutar de increíbles y numerosos beneficios. Pero, ¿el yoga durante el embarazo es bueno? ¿Y después?
Durante el embarazo, un plan de yoga especial para las futuras mamás es una terapia perfecta para ayudar a la madre a estar preparada para ese gran momento y tiene numerosos beneficios para ella y para su bebé.
Yoga durante el embarazo
El yoga está preparado para que, tanto madre como bebé, disfruten de sus beneficios. Está totalmente indicado para estos estados, ya que calma los dolores de espalda y de columna que se carga con el peso del bebé.
También es importante mencionar como uno de los mejores beneficios el fortalecimiento del corazón y el bombeo de la sangre, junto con el aumento de la capacidad pulmonar, la mejora de la oxigenación y nutrición del bebé y de la madre. Sin obviar, claro está, que el yoga mejora la vitalidad del organismo de ambos.
Ya hemos dicho casi todos los beneficios que aporta físicos, pero los mentales no son menos importantes y es que, esta terapia, además de fortalecer el cuerpo y ayuda a la relajación. Este último punto es muy importante para evitar el estrés y, para que, el cuerpo se acostumbre poco a poco a las futuras contracciones que habrá durante el parto.
Otro punto a favor del yoga durante el embarazo es la liberación de la tensión, la ayuda para regular el metabolismo y el sistema hormonal. Algo bastante necesario teniendo en cuenta que los estados emocionales se alteran bastante por el embarazo.
Esta terapia, además, es capaz de crear y aumentar la unión entre ambos creando una nueva forma de comunicarse.
Una nueva forma de comunicarse y una relajación total para el feto, para que se vaya preparando para su nacimiento.
Yoga post parto
Tras el parto también tiene bastante sentido practicarlo. Puede ser una primera toma de contacto con el ejercicio de nuevo, para fortalecer la musculatura del suelo pélvico, recuperar el tono muscular del abdomen y del resto del cuerpo; y volver a coger una buena forma física.
Otro motivo de bastante peso para realizar yoga tras el embarazo es el de relajar el estado de estrés y ansiedad que, a veces, puede producir un bebé hasta que la madre se acostumbra.
Habría que tener en cuenta que los bebés recién nacidos pueden tener numerosos problemas muy típicos como, por ejemplo, el reflujo o el cólico del lactante, que lo padece uno de cada 3 bebés, por lo que la cifra es bastante elevada.
Hemos querido mencionar el reflujo y el cólico porque el principal síntoma es un lloro incesante durante al menos 3 horas al día. Esto fácilmente puede hacer que la madre se desespere y se agobie entrando en un estado de ansiedad y estrés. Además es importante, que en los momentos de crisis aguda del bebé la madre sepa estar calmada y relajada para no contagiar al bebé y no ponerlo más nervioso. Y para esto, el yoga post parto también puede ser un buen aliado. Que la madre tenga ese momento aparte para ella, para relajarse sin pensar en el bebé durante ese momento y que aprenda a estar tranquila en esos ratos.
Es cierto que ya hay recursos, como el libro del cólico del lactante de Raúl Guzmán (que ahora se puede leer en la web de Terapia Distal) que te da las claves para ayudar a tu bebé. Precisamente en esta web puede acceder a muchos recursos para ayudar a una de un bebé con cólico del lactante.
De todas formas, mientras el bebé pasa por alguno de estos problemas, es cierto que el yoga post parto puede ayudar bastante a la madre, para que pueda sobrellevar la situación de estrés provocada por los lloros incesantes de su bebé.
Es un factor más para que el yoga sea una actividad que se convierta en necesaria e imprescindible durante el embarazo y el post parto. Innumerables beneficios físicos y mentales para la madre y para el bebé.
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