Creer en algo y no practicarlo es deshonesto hacía ti mismo@.
Cuando la honestidad está integrada en tu vida puedes apreciar lo más pequeño. Puedes apreciar un rayo de sol, una flor o la arena tocando tus pies.
Apreciamos los progresos de otros, sin compararte, sin codiciar lo mismo.
La no violencia, la verdad, la integridad, todas estás características están asociadas con la honestidad.
Honestidad hacia nosotros
Una práctica diaria puede ayudarnos a identificar pensamientos irracionales. Observa cada pensamiento que aparece en tu mente, míralo tal como es; sin adornos, sin involucrarte. Será difícil al principio, no desistas, requiere práctica y paciencia. Aprender y aceptar que todas las emociones aparecen, desaparecen, no son intercambiables y/o ciertas, nos ayudará a comprender que la vida no es tan complicada como muchas veces creemos que es.
A menudo nos identificamos a nosotros mismos con emociones o pensamientos: “Soy una mala persona por…” o “No soy lo suficientemente bueno por esto otro…”
Pelear por identificarnos sólo con emociones no es algo nuevo, ya que la parte emocional de nuestra mente reacciona más rápida que la parte racional. Cuando dejamos que la mente nos controle, nos definimos por cómo nos sentimos en ese precios momento en vez de ver las cosas como realmente son.
Honestidad en la práctica
Durante la práctica de asanas/posturas ¿cuántas veces has ignorado lo que tu cuerpo te está diciendo? O ¿Cuántas veces has insistido en ir más allá teniendo una limitación o lesión sólo por conseguir esa postura? Eso es deshonesto hacia nosotros mismos.
En la práctica de hoy, tal vez habrá una postura en la que querrás profundizar a sabiendas de que no debes aunque “puedas” soportar el dolor. ¿Por qué castigar a nuestro cuerpo? ¿Por el ego? Nuestra práctica ha de servir a nuestro cuerpo y nuestra mente, no viceversa.
Una forma simple de detectar la verdad en nuestra práctica es prestando atención a la respiración. Yo siempre insisto en respirar constantemente con cada movimiento, y esa respiración te va a decir qué está ocurriendo en ese instante y si has de suavizar tu paso. Si la respiración es superficial y rápida es probable que tu cuerpo no esté disfrutando mucho con lo que le estás pidiendo.
La respiración es nuestro guía.
Escuché de David Robson en una entrevista algo que me recuerdo constantemente:
“El movimiento sigue a la respiración, no la respiración al movimiento”.
Honestidad en las relaciones
Honestidad es la base de cualquier relación sólida, tanto romántica, amistosa o familiar. Mantenerse puro y honesto es algo que todo el mundo aprecia, y cuando otros son conscientes de esa honradez se construye una relación de confianza, donde otros saben que pueden acudir a nosotros en busca de franqueza.
Por supuesto, ha de haber un equilibrio. Actuar con compasión hacia otros es importante. Los Yoga sutras dicen, por ejemplo, que si siendo honesto en ese momento cabe la posibilidad de que hiramos a otra persona entonces lo mejor es no decir o hacer nada al respecto. Los sutras dicen que es mejor ser franco diciendo: “Lo sé, pero no voy a decirlo”. En vez de mentir y decir: “No lo sé”. Y hay un dicho indio que dice: “A veces es mejor ser condescendiente que tener razón”.
Y termino hoy parafraseando a Mark Twain: “Si dices la verdad, no tienes nada que recordar”.
#amayoga
Nita es profesora de yoga, escritora, trotamundos y vídeoblogger.
Tras seis años de práctica y especializada en Ashtanga Vinyasa (certificada por Yoga Alliance International) decide promover sus conocimientos a través de El Reino de Nita.
Una mezcla de distintos tipos de yoga, filosofías y perspectivas ofrecidas gratuitamente a través de su canal de Youtube y redes sociales.