Si te preguntas cómo meditar, es muy probable que sea porque has oído todo tipo de cosas sobre lo bueno que puede ser para ti.
A la gente le encanta sugerir la meditación por diversas razones: para reducir el estrés y la ansiedad, para aliviar la depresión, para dormir, para hacerte sentir más presente, para transformarte mágicamente en un ser humano mejor y con más fundamento.
Las afirmaciones son interminables, así como sus beneficios. Mucha gente considera que es una práctica que merece mucho la pena, y nosotros estamos de acuerdo.
Con todo lo que está pasando en el mundo, es un buen momento para explorar la meditación y saber si puede ser útil para ti también.
La meditación puede parecer sencilla -y en muchos sentidos lo es-, pero la gente a menudo no está segura de por dónde empezar y de si lo está haciendo correctamente.
Es por ello que existen clases de meditación, como las que ofrece Sadhaka Space, para que puedas aprender a meditar con la guía de un maestro o instructor que te ayude a clarificar todas las dudas que la práctica meditativa te va planteando.
¿Qué es la meditación?
Lo primero es que hay muchos tipos de meditación.
La meditación se utiliza generalmente como un término general que cubre una amplia gama de prácticas contemplativas, muchas de las cuales se extraen de las tradiciones budistas, pero a menudo se han adaptado y secularizado para su aplicación en la sociedad occidental.
Teniendo esto en cuenta, las preguntas sobre qué es la meditación y cómo meditar no son precisamente sencillas.
Es como preguntar cómo se juega a los deportes. Al igual que los diferentes deportes tienen cosas importantes en común (como la competición y la actividad física), la meditación también tiene principios básicos.
La meditación no consiste en convertirse en una persona diferente, en una persona nueva, ni siquiera en una persona mejor.
Se trata de entrenar la conciencia y conseguir un sentido saludable de la perspectiva.
No intentas apagar tus pensamientos o sentimientos. Estás aprendiendo a observarlos sin juzgarlos.
Y, con el tiempo, también puedes empezar a entenderlos mejor.
La meditación podría definirse como cualquier práctica que cultive la investigación interior.
Beneficios de la Meditación
Si la relajación no es el objetivo de la meditación, a menudo es un resultado. En los años 70, el doctor Herbert Benson, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, acuñó el término «respuesta de relajación» tras realizar una investigación con personas que practicaban la meditación trascendental.
La respuesta de relajación, en palabras de Benson, es «una respuesta opuesta e involuntaria que provoca una reducción de la actividad del sistema nervioso simpático».
Desde entonces, los estudios sobre la respuesta de relajación han documentado los siguientes beneficios a corto plazo para el sistema nervioso
- Disminución de la presión arterial
- Mejora de la circulación sanguínea
- Disminución de la frecuencia cardíaca
- Menor sudoración
- Reducción de la frecuencia respiratoria
- Menos ansiedad
- Disminución de los niveles de cortisol en sangre
- Mayor sensación de bienestar
- Menos estrés
- Una relajación más profunda
En la filosofía budista, el beneficio último de la meditación es la liberación de la mente del apego a cosas que no puede controlar, como las circunstancias externas o las emociones internas fuertes.
El practicante liberado o «iluminado» ya no sigue innecesariamente los deseos ni se aferra a las experiencias, sino que mantiene una mente tranquila y una sensación de armonía interior.
Cómo Meditar: Meditación sencilla para principiantes
Este ejercicio de meditación es una excelente introducción a las técnicas de meditación.
- Siéntate o túmbate cómodamente. Incluso puedes utilizar una silla o cojín de meditación.
- Cierra los ojos.
- No te esfuerces en controlar la respiración; simplemente respira de forma natural.
- Centra tu atención en la respiración y en cómo se mueve el cuerpo con cada inhalación y exhalación. Observa el movimiento de tu cuerpo mientras respiras. Observa el pecho, los hombros, la caja torácica y el vientre. Simplemente centra tu atención en la respiración sin controlar su ritmo o intensidad. Si tu mente se desvía, vuelve a centrarte en la respiración.
Mantén esta práctica de meditación durante dos o tres minutos para empezar, y luego inténtalo durante períodos más largos.
Por qué la meditación no debe faltar en tu vida diaria
No te sientas frustrado si la meditación no funciona de inmediato. Si te sigues quedando dormido o no aparecen imágenes en el ojo de tu mente.
Como tantas veces en nuestra vida, el dicho «la práctica hace la perfección» también se aplica aquí. Así que aprender a meditar lleva tiempo.
Por eso, nuestro consejo es que incorpores la meditación a tu rutina diaria como un ritual fijo.
Porque cuando meditas, estableces un ancla positiva y diriges tu autopercepción y tus pensamientos por un camino diferente.
Se forman nuevas sinapsis en el cerebro. ¿No sería bueno que pudieras realinear tu vida? Obtener por fin respuestas a tantas preguntas, conseguir más y más claridad…
Tu cerebro se programa para cosas buenas, como más compasión y menos ansiedad.
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