La Meditación Integral nos aporta herramientas para el desarrollo de capacidades y condiciones que facilitan la conexión con el guía interior. El más elevado propósito de este método meditativo es, aplicar los recursos activados con la práctica a la vida cotidiana. A continuación, compartimos algunas de las claves de esta práctica profundamente transformadora.
Razones para meditar
Cada meditador tiene sus propios objetivos al meditar, y con una práctica constante y bien orientada, es perfectamente factible llegar a colmar las expectativas volcadas sobre la meditación. Al ir profundizando en la práctica, van surgiendo nuevas motivaciones, encontrándonos con un camino de desarrollo personal de posibilidades inagotables.
¿Qué puede aportarnos la meditación?. La meditación puede aportarnos muchas cosas, entre las que destacamos tres aspectos:
- Contrarresta los efectos del habitual estado de dispersión mental en el que vivimos, provocado por la falta de recursos para manejar adecuadamente nuestra capacidad de atención. Promover un mayor nivel de atención es sinónimo de conquista de la voluntad y de la capacidad para proyectar nuestra fuerza interior.
- Lo que consideramos nuestros pensamientos y sentimientos, no son inevitables ni irrevocables, cabe la posibilidad de trascender la idea que tenemos de nosotros mismos, disponiéndonos a dejar de sufrir o transitoriamente limitar el sufrimiento.
- Activa los recursos que necesitamos para vivir una rica vida interior. Entrenamos la concentración y la observación, capacidades con las que exploremos la realidad interior y conocemos paulatinamente lo que somos en esencia. Conocernos en las profundidades de nuestro ser es todo un reto, y realizar lo más elevado que llevamos dentro, es definitivamente el ideal del Yoga Integral que nos inspira en el camino de una transformación real de las miserias humanas en expresiones del máximo potencial espiritual, mental, emocional y físico.
Contemplar diversos niveles de meditación
Dado que la meditación es accesible a todo tipo de personas, podemos contemplar diferentes niveles de práctica en los que las herramientas que utilizamos son las que se ajustan a los fines propuestos. Dependiendo de las capacidades del meditador, de su momento vital y de sus objetivos estableceremos una estructura meditativa específica.
En líneas generales y en el nivel básico empezamos sentando las bases de un buen manejo con la atención, utilizando como herramientas meditativas los anclajes más sencillos, como la respiración o el cuarto chakra, que nos facilitan referencias para la atención ayudándonos a cultivar la concentración y la vuelta a un centro si nos distraemos. Cuando hemos alcanzado unos mínimos con estas habilidades, avanzamos hacia otras herramientas que nos ayuden a “darnos cuenta” de lo que pensamos y sentimos.
En el siguiente paso hacia el nivel medio introducimos la meditación observativa, pues al haber cultivado la atención, contamos con recursos efectivos para sostener la observación y poder apreciar con cierta claridad y sin interferir, los estímulos externos y las impresiones internas bajo cuya influencia vivimos.
En el nivel avanzado el cultivo exhaustivo la observación pasiva nos permitirá ampliar nuestra capacidad de interacción con las fuerzas internas y externas de la vida.
Características de una buena práctica meditativa
Una práctica meditativa que tenga como objetivo aportar herramientas para la mejora de la vida cotidiana, debe contemplar los siguientes aspectos:
- Preparar la meditación: para una práctica eficiente se necesitan niveles de energía mayores que los habituales. Manejar la atención, sostener la observación y vivir la paz consumen cantidades extras de fuerza vital, esto explica que con frecuencia y a pesar de nuestras buenas intenciones de mejorar la relación con nosotros mismos y con el mundo, nos frustremos por falta de la energía necesaria para lograrlo. Una adecuada preparación mediante asana, pranayama y kriya puede ser determinante para tener éxito en la meditación.
- Manejo de la atención: podemos entrenar la atención con objetos externos, con partes del cuerpo, centrándonos en la respiración. En la Meditación Integral lo más recomendable es que empecemos utilizando como referencia el centro del pecho por ser el espacio de más fácil acceso a la sensación de paz.
- Capacidad de colocarse como observador-testigo: aprendiendo a mirar lo que tenemos delante y promoviendo la toma de distancia con las percepciones, emociones y pensamientos.
- Vida interior : desde el Yoga Integral orientamos la práctica meditativa en una dirección y con un propósito muy específico: activar los recursos de la sabiduría intuitiva que hay en nuestro interior o recursos del guía interno para que las decisiones que vamos tomando sean orientadas desde esa parte luminosa de nuestro ser, participando nuestra voluntad de los valores que más inspiran a la humanidad y que emanan de la emergencia de la dimensión espiritual de la persona, tales como : justicia, valentía, amor, verdad, bondad…
Aplicaciones prácticas de la meditación en la vida cotidiana
Los recursos que nos aporta una buena práctica meditativa son aplicables a la vida cotidiana. Veamos algunos ejemplos prácticos:
- En la medida que aprendemos a manejar nuestra atención, podemos aplicar esta capacidad a las acciones de la vida cotidiana incrementando el nivel de concentración que nos permite disfrutar más de lo que hacemos y hacerlo mejor. Además adquirir dominio sobre la atención nos permite organizarnos mejor, elegir las prioridades de nuestra atención y retirar atención de los estados emocionales, pensamientos e ideas que nos provocan sufrimiento.
- Al activar la capacidad de observación tenemos recursos para darnos cuenta de lo que pensamos o de lo que sentimos, y podemos aprender a tomar distancia de ello, lo cual significa, adquirir la saludable capacidad de identificarnos con un pensamiento o una emoción de forma consciente, en vez de inconscientemente como suele ser habitual.
- Una práctica que fomente estas dos capacidades y que esté orientada a despertar la parte de nosotros que conoce la forma adecuada de guiarnos con las cosas importantes y cotidianas de la vida, nos va a proporcionar la posibilidad de caminar nuestro camino acompañados de un poder que disuelve las incertidumbres constantes y la confusión a la hora de tomar decisiones. Por que cuando anhelamos y tenemos recursos para escuchar la voz de nuestro corazón las cosas de la vida fluyen de forma natural.
La Escuela de Yoga Integral Mahashakti, es un proyecto que tiene, entre otros objetivos, el exponer y desarrollar las bases del Yoga Integral. Inspirados en las enseñanzas de Sri Aurobindo y en la experiencia yoguica de Saranagatidas ofrecemos un Yoga vivo sin rigideces ni dogmas, que atiende como instructor último al Maestro que cada uno portamos en nuestro interior, que promueve el encuentro de lo espiritual con la vida en medio de la vida, siendo esta fusión la base principal de nuestro Yoga. Ofrecemos esta enseñanza promoviendo cursos de formación de Profesores/as de Yoga, retiros, masters, clases y actividades diversas.