El Yoga te invita a conectar con la respiración mientras te fortaleces y estiras a través de distintas de posturas. Esta conexión interna calma tu mente, relaja tu cuerpo, mejora tu estado de ánimo, aumenta la flexibilidad, aumenta la fuerza y reduce el estrés. Cuando practiques yoga relaja los músculos de tu cara y sonríe por fuera y por dentro.
Puedes comenzar tu práctica con esta serie de ejercicios de yoga para principiantes:
Interiorizar
Comienza tu práctica sentado en postura fácil, con las piernas cruzadas cómodamente y espalda larga. Cierra suavemente los ojos y toma conciencia de tus inspiraciones y espiraciones. Observa las áreas de tensión en tu cuerpo y concéntrate en respiraciones completas y relajantes. Canta el «Om» tres veces. Mantén esta postura durante unos cinco minutos.
Calentar
Para ir movilizando la columna vertebral, apoya las manos y las rodillas en el suelo, a cuatro patas y practica la postura del gato. Espira a medida que curvas la espalda hacia arriba y miras hacia tu ombligo, e inspira según curvas la columna vertebral hacia el suelo y miras hacia adelante. Observa el movimiento con la respiración. Puedes añadir algunas variaciones de la postura del gato / vaca, tales como giros – con un brazo levantado hacia arriba – y equilibrios- levantando el brazo opuesto y la pierna.
Fortalecer
Espira y te elevas a la V invertida o postura del perro mirando hacia abajo, centrándote en la estabilidad y el apoyo de las manos y los pies para estirar los brazos, las piernas y la espalda. Mantener esta posición durante varias respiraciones. Inspira y lleva los hombros hacia adelante, directamente sobre las manos pasando a la postura de la tabla o plano inclinado. Mantener esta posición durante tres respiraciones. Espira para volver a perro mirando hacia abajo. Repetir unas cuatro veces.
Expandir
Después de la postura del plano inclinado, espira y desciende a la esterilla. Asegúrate de que las piernas y los pies están paralelos. Junta las manos detrás de la espalda y, eleva los brazos hacia atrás y hacia arriba, alarga la columna vertebral y levanta el pecho y la cabeza del suelo. Mantener la postura durante un par de respiraciones, deshacer y descansar unos seguros. Colocar las manos en la esterilla, a ambos lados de su pecho y debajo de los hombros, inspira, levanta el pecho y la cabeza, y estirar la columna vertebral hacia delante en postura de la cobra. Mantener la asana durante un par de respiraciones, y luego espirar de nuevo pasando a la postura del perro mirando hacia abajo.
Equilibrar
Desde el perro boca abajo caminar los pies hacia las manos y, al inspirar, alargar la columna vertebral hacia adelante y hacia la vertical formando la postura del pie o de la montaña. Mantener durante unas respiraciones, alargando y creciendo en cada respiración. Mejora tu equilibrio con la postura del árbol. Los pies abiertos en ancho de las caderas, fuertes y firmes en el suelo. Levantar una pierna y girar la rodilla hacia el lado. Colocar el pie en la pantorrilla o en el muslo interior de la otra pierna, poner las palmas de las manos juntas y levantar los brazos hacia arriba. Mantener la postura del árbol durante unas cuantas respiraciones y repetir con el otro lado del cuerpo.
Relajar
Siempre se debe terminar una práctica de yoga con la postura de cadáver, savassana. Tumbada boca arriba con los brazos abiertos y las palmas de las manos hacia arriba, con las piernas ligeramente separadas y los pies colgando hacia los lados. Cierra suavemente los ojos, respira profundamente, siente una relajación total. Después de unos cinco minutos en esta postura, dobla las piernas dejate caer hacia un lado apoya las manos en el suelo y te incorporas sentandote en postura facil tal y como habías comenzado la secuencia de posturas.
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