A sabiendas o no, los padres modernos sumergen a sus hijos en un mundo adulto y estresante demasiado pronto. El colegio, la falta de tiempo de calidad con los padres, la TV, el ordenador, los deportes y mucho más: todo esto influye sobre la mente de los niños y supone una presión innecesaria. Y, al igual que con los adultos, ¡el yoga también puede ayudar a los niños! ¿Cómo? De esta manera:
- El yoga aumenta la autoestima y la conciencia conciencia corporal gracias a su falta de competitividad. En nuestro mundo super competitivo, el yoga es un refugio seguro donde los niños no tienen que mejorar, esforzarse ni apuntar más alto para recibir aliento del maestro, ni sentirse mal cuando no cumplen las expectativas de sus padres. Al mismo tiempo, ofrece una manera agradable de permitir que los niños conozcan sus cuerpos y sus habilidades.
- El yoga desarrolla la fuerza y la flexibilidad. El yoga proporciona suficiente actividad física para el desarrollo físico de los niños y para que se estiren, sin sobrecargarlos. Además, se pone el énfasis en la respiración correcta y en la relajación.
- El yoga mejora la concentración y la capacidad de relajarse. La quietud y el equilibrio (los principios básicos de las asanas del yoga) se enseñan a los niños de la manera más efectiva posible, para que aprendan a valorar estas habilidades y usarlas fuera de la clase de yoga.
- El yoga desarrolla la imaginación y la creatividad. El yoga para niños es realmente diferente del yoga para adultos. Los niños inspiran a los instructores de yoga a intercalar una variedad de otras actividades en las clases de yoga: dibujo, música, narración de cuentos y mucho más, por lo que nunca es aburrido para los niños ejercitar sus cuerpos y mentes.
Desde ya, los mismos beneficios se aplican al yoga para adultos. ¿Por qué no mimar a su niño interior con algo de calma yóguica ahora?
La web de los amantes del Yoga